Veo la piedra, pero no puedo esquivarla. Afortunadamente levanto la pierna y no me golpea. La piedra impacta contra la palanca de cambios y la parte. Llevo una de repuesta. Así que solo queda el susto.
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Veo la piedra, pero no puedo esquivarla. Afortunadamente levanto la pierna y no me golpea. La piedra impacta contra la palanca de cambios y la parte. Llevo una de repuesta. Así que solo queda el susto.
El grupo de motoandantes que rodaríamos por el norte de Pakistán, lo compondríamos, 2 pakistaníes, 3 americanos, 1 pakistaní nacionalizado americano, 3 australianos y yo.
La hospitalidad Pakistaní o simplemente su sencillez, sus maneras, se notan ya desde la frontera.